Pesadillas de navidad - parte V
(Relato)
(Relato)
Cuando me adentro a la casa
todo lo que puedo notar es el ambiente tan extraño que se nota, entrando con
desconfianza camino a paso lento mientras veo hacia todos lados.
-Desde ya esto no me
gusta-digo para mí.
Cierro la puerta con
cuidado, veo hacia la cocina y todo parece igual a como lo deje, volteo a la
sala y también. Solo se perciben las luces titilantes del árbol de navidad que
coloque a principios del mes y una tira de luces ubicadas en la ventana.
Aunque considero estas
fechas como comerciales no significa que no me guste adornar mi hogar, creo que
eso es la única cosa que me gusta de la navidad, las luces y brillos, por eso
es que están en mi casa.
Estoy comenzando a bajar la
guardia y de repente escucho un pequeño ruido que viene de mi habitación.
La idea de que lo pasado
solo fue un mal sueño por quedarme dormida con ruidos muy fuertes y haber
consumido grasa más cerveza se mantiene en mi cerebro. Solo necesitamos excusas
para asustarnos y no creo que este sea el mejor caso como para dejarme llevar
por el miedo.
Voy caminando hacia donde
escuche el ruido pero de una sola vez escucho un fuerte sonido y mucho ruido,
volteo rápidamente para darme cuenta que es el televisor con el volumen muy
alto lo que acabo de sonar.
-No lo encendí yo- digo en
forma de pregunta hacia mi alter.
-Pero yo si-
Quedo estática por el sonido
de la voz que salió detrás del televisor, sin poder moverme veo como un pequeño
de ojos azules sale de allí.
Es muy parecido, o igual a los
que salieron en mi supuesto sueño, parece como alguno de ellos, uno de los más
pequeños.
Ojos azules de una forma
demasiado escalofriante, piel pálida y cabello oscuro, todas estas facciones
solo hacen que este infante (creo yo) sea muy llamativo, como si fuera… de otro
planeta.
-¿Qui…quien… eres?- es todo
lo que logra salir de mí y con una voz que denota más miedo que ganas de
avanzar.
Suelta una pequeña risita y
sale corriendo perdiéndose por el pequeño pasillo de mi casa. No sé cómo lo
hago pero lo sigo de una forma no muy rápida hasta que lo veo entrar a mi
recamara.
Me quedo solo viendo la
puerta que se encuentra entre abierta de mi cuarto y tomo varias respiraciones
profundas sin moverme, porque creo que no puedo hacerlo.
Escucho otro ruido un poco más
fuerte que el anterior, como si golpearan suavemente una de las paredes, veo a
mi alrededor, encuentro un bate de aluminio en una de las esquinas del pasillo,
suavemente y sin quitar la vista de la puerta lo tomo y me dispongo a avanzar
hacia de donde sale el sonido con paso lento para ver qué ocurre.
>>Esto
no puedo ponerse peor- pienso e inmediatamente eso es lo que
pasa, ponerse peor para mí.
Un grupo de unos 7 niños
están parados de cara a la pared que está en frente de mi cama, una niña
notablemente más alta que los demás, golpea suavemente y traza líneas en ella
mientras los que están detrás de ella solo observan.
En un momento ella se
detiene y baja su mano, yo sigo en shock de que hacer y solo me quedo ahí
cuando ella voltea mientras dice.
-Ya está todo listo- y todos
voltean a verme como lo hace ella.
Todos son infantes de entre
6 a 13 años con piel pálida y ojos azules de miedo. Me miran y yo solo afianzo
mi agarre con el bate que se encuentra sobre uno de mis hombros.
-¿Quiénes son?- digo sin
titubear, pero la verdad es que siento que muero del terror. Ellos alzan sus
sonrisas y no responden- ¿Quiénes son? Y ¿¡qué quieren!?- digo un poco más
alto.
-A ti- responden con
tranquilidad y al unísono.
Volteo a ver la pared cuando
ellos también lo hacen; son unas
palabras en lo que creo es latín pero no parece como nada amistoso. Y de un
momento a otro se encienden en fuego, mientras eso se propaga de manera rápida por la casa ellos comienzan a
sonar sus risitas que ya no suenan nada inocentes.
Ya me asustan, de verdad.
-No ¡NO!- ríen mas fuerte o
no sé si solo es en mi cabeza pero comienzo a correr para salir en mi auto.
>>Necesito
irme, esto no es cierto, esto no es verdad- pienso.
-Claro que es verdad,
Él te quiere a ti- escucho sus voces juntas

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