sábado, 23 de diciembre de 2017

                           Pesadillas de navidad - parte IV
                                                (Relato)


-Cariño, no debes estar sola, no… no hoy- ahora vuelve a ser su voz.
-¿Porque? ¿Quién hablo antes? ¿Estas con alguien?-
-Hazme caso Alicia, no debes estar sola-toma un respiro, parece agitada- El está buscándote-
-¿Quién es El? Y ¿porque me busca a mí? ¿Que dices?-
-Cuídate, puedes con esto solo piénsalo, hazlo salir de tu mente no dejes que él te venza-
-Pero ¿de quién estás hablando?-
-De… de Ja-Jack, él quiere algo que está en ti, pero no sé lo que es, solo cuídate- la llamada está comenzando a cortarse-
-¿Mamá? Mamá-  digo alterada.
-Te amo Alicia, cuídate... Pronto búscame… Luego de estas fechas, pero… cuídate no te quedes sola-
-Pero ¿qué es lo que está pasando? Dímelo- suena un pitido que me dice que la llamada ha finalizado-
Veo el teléfono con manos temblorosas y hay algo en mí que dice que debo hacer lo que ella dice, sin embargo no sé qué fue lo que paso cuando su voz cambio, era muy parecida a la que creí escuchar en el espeluznante sueño.
-Yo también te amo mama- digo mientras pongo el teléfono en mi frente tratando de organizar mis ideas.
En estos momentos estoy pensando seriamente en tomar la petición de Joseph en cuenta, ella lo dijo, no debo estar sola.
No voy a pensarlo demasiado, tomo la iniciativa y marco su número, luego de un par de tonos contesta la voz de mi amigo.
-¡¡Heey ali!! ¿Qué hay?- se escucha alguna melodía de fondo.
-Hola Jos- digo bajo mientras veo hacia los lados, siento como si me observaran.
-¿Qué pasa? ¿Estás bien?- vuelvo en sí.
-Oh si si, es solo que… eeh… ¿en dónde será la celebración hoy?-
-No puede ser… ¿te animaste? Digo, ¿te animas? Digo, ¿vas a venir?-suelto una pequeña risa  por como Jos no sabe manejar la situación.
-Eh… si… eso creo, yo... si, si iré-
-No lo creo, ¿qué te hizo cambiar de opinión?-
-Mama llamo- suelto sin más- acaba de llamarme y… dijo que…
De repente pasa una pareja frente a mí con un niño con unos ojos extremadamente azules, algo intimidantes para solo un niño, pero lo son. Y precisamente esos ojos paran en mí, me ve por unos segundos que a me parecen eternos. Gesticula algo con su boca como tratando de decir.
-“Te tenemos”-
-Holaaa… ¿Ali estás ahí?- pregunta Joseph.
-Si aquí estoy- digo sin quitar la mirada del niño que ya está viendo al frente, parece como si no me hubiera visto en ningún momento.
-Y ¿bien? ¿Vendrás luego? O bueno si quieres puedes venir ya, pero digo, si te quieres arreglar y esas cosas. Porque pues bueno Joselyn está en la peluquería y tú sabes que…
-Si si luego iré, más tarde, será en tu casa?-
-Sí, aquí será. Llámame cuando vengas en camino o cualquier cosa-
-Claro, lo hare-

La llamada finaliza y sigo diciéndome que esta noche será muy extraña. Veo mi reloj y son las cinco de la tarde, es mejor que me vaya a mi casa a arreglarme, ya que decidí salir debería hacer un esfuerzo por verme bien al menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario