martes, 23 de enero de 2018

Fuimos uno en el tiempo.
Si nos dábamos cuenta solo estábamos dejando pasar el tiempo entre besos y caricias, pero era eso o pensar en que cada minuto que corría, era lo que nos quedaba juntos.
Omitiendo lo que en poco pasaría preferíamos tener la memoria del ultimo vestigio feliz juntos.
Nuestros cuerpos se separarían, pero nuestros corazones no. 
Unidos por la leyenda del hilo rojo que nos ata al amor de nuestras vidas, era lo único que podía quedarnos como un leve consuelo para lo que se avecinaba a marcha rápida y aunque no lo quisiéramos era lo que el presente había traído a nuestro destino.
Luego de esas noches que atesoramos como el ultimo recuerdo juntos, nos dimos cuenta que no eramos una pareja simplemente, eramos una conexión, una secuencia y por sobre todo eramos el tiempo que nos quedaba para fundir nuestros corazones forjando uno solo, para nunca despejarlo y siempre mantener lo que logramos cosechar desde un principio.
Fuimos el tiempo que nos quedo y seremos siempre uno solo

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